Epitacio "La Mala" Torres hizo historia en la Liga Mexicana de Beisbol, al convertirse en el primer jugador en llegar a mil imparables en la historia del circuito.
El ídolo inmortal de los Sultanes hacía valer su categoría de pelotero estrella del Club regiomontano, superando en la carrera al cubano Agustín Bejerano, su compañero de franela y de las praderas de la novena.
La hazaña del guardabosques fue conseguida el 12 de septiembre de 1947, un día como hoy, en el diamante del Parque Delta capitalino, frente a los Diablos Rojos del México, escribiendo una historia singular que lo marcó para siempre como uno de los grandes beisbolistas de todos los tiempos.
El notable jardinero derecho demostró su inmensa categoría sobre los diamantes, logrando 12 temporadas sobre .300 y fue el hombre clave en la conquista de cuatro gallardetes de los Sultanes, incluyendo los tres consecutivos conseguidos de 1947 a 1949, teniendo como manager al cubano Lázaro Salazar.
Al término de su carrera triunfal, La Mala compilaba .309 en bateo, en 1,518 juegos participados, 5,896 veces al bat, 933 carreras anotadas, 1,823 hits, 253 dobles, 77 triples, 46 cuadrangulares, 855 carreras impulsadas, 686 bases por bolas y 119 bases robadas.
El nativo de Villaldama, Nuevo León, participó en 13 Juegos de Estrellas, siendo estos los correspondientes a las campañas de 1943 al 45 y de 1947 al 49. También estuvo en los cotejos de 1951 a 1955 y dos ocasiones en 1956. En 1954 fue el héroe del juego estelar celebrado en la Sultana del Norte, al conectar cuadrangular para darle la victoria a los Mexicanos por 1-0. Su gran aportación al equipo tanto en tiempo como en calidad lo situó en un sitio preponderante en la historia de la novena.
El eficiente jardinero ocupa el primer lugar entre los peloteros Sultanes en juegos jugados, veces al bat, carreras anotadas, imparables, dobles y triples. También es el número uno en carreras impulsadas con 855 y total de temporadas entre los jugadores de posición con 18.
La Mala tuvo actuaciones sobresalientes sobre el resto de peloteros del club y en muchas ocasiones finalizó en la cumbre de la ofensiva. Fue el Novato del Año en 1939, siendo el mejor de los Sultanes en bateo con .316 milésimas, imparables, 56; y bases robadas con nueve. Y así como esa, La Mala tuvo infinidad de actuaciones sobresalientes con el madero.
En lo concerniente a la defensiva, tiene el récord de más temporadas obteniendo el Guante de Oro debido a su fildeo. Eso lo hizo en nueve ocasiones. Era un gran espectáculo cada vez que le llegaba una pelota a su posición de jardinero derecho y se dice que los managers enviaban al corredor de tercera base en pisa y corre con la finalidad de disfrutar del brazo incomparable del jardinero derecho del equipo regiomontano.
La Mala ha sido el máximo ídolo en la historia de los Sultanes de Monterrey y la afición lo sigue recordando con verdadera nostalgia.