Jugó siete temporadas con los Sultanes de Monterrey, tiempo en el cual, José Ramón López, a quien apodaban El guajiro de la bola de fuego, hizo historia en la Liga Mexicana de Beisbol gracias a su tremenda velocidad.
Nativo de la provincia de Las Villas, en La Habana, Cuba, el diestro fue una de las estrellas más resplandecientes de los Sultanes en la década de los sesenta.
Al lado de Evelio Hernández, Julius Grant y Panchillo Ramírez complementó una cuarteta de serpentineros de enorme calidad, que redituaron en importantes victorias a la novena regiomontana.
Evelio era un pitcher controlado, Julius era un guerrero sobre la lomita de pitcheo, Panchillo contaba con gran experiencia y José Ramón era un tremendo velocista que dejaba a los bateadores viendo visiones.
Él fue el primer pitcher de la Liga Mexicana de Beisbol que logró ponchar a nueve bateadores en forma consecutiva, hazaña que acaba de igualar Trevor Bauer, pitcher de los Diablos Rojos del México que lo hiciera el pasado 21 de abril frente a los Bravos de León. José Ramón lo consiguió el 20 de mayo de 1964, en plena celebración del 25 aniversario de la novena. Su hazaña fue ante los Diablos Rojos del México en el Parque del Seguro Social.
El singular cubano impuso otras marcas que no han podido igualarle hasta la fecha, aparte de empatar la de más temporadas siendo líder de ponches en tres oportunidades. José Ramón lo consiguió en las temporadas de 1964, 1965 y 1966, igualando con su paisano Lino Donoso, quien lo había hecho en 1951, 1952 y 1953 portando el uniforme del Águila.
Entre sus récords impuestos se encuentra el de más ponches propinados en un juego de siete entradas, logrado en el mismo encuentro ante los Diablos Rojos en el primero de una doble jornada celebrada el 20 de mayo de 1964 en suelo capitalino.
Además, el velocista cubano impuso la marca, tal vez inalcanzable, de 309 ponches en una temporada. Siendo esta la correspondiente a 1966, con lo cual logró su ascenso a las Grandes Ligas para enfundarse el uniforme de los Serafines de California.
José Ramón tuvo una temporada de 11 triunfos, otra de 13, una más de 14, dos de 16 y una de 17 victorias en la campaña. Lamentablemente, tuvo dos años muy malos al irse de los Sultanes (9-19 y 8-15), motivo por lo cual, perdió su oportunidad de ser candidato al Salón de la Fama. El cubano concluyó con 130-138 en ganados y perdidos, con 3.34 de efectividad y 1,701 ponches, cifra que durante mucho tiempo fue la mejor del circuito.